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Cómo el Real Decreto 1110/2007 asegura la calidad en la medición eléctrica

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Cuando se habla de gestión energética, eficiencia en el consumo y optimización de costes eléctricos, los equipos de medida son una pieza clave para obtener datos precisos, controlar el gasto y garantizar que todo funcione bajo normativa. Pero ¿qué regula exactamente la normativa sobre estos dispositivos? El Real Decreto 1110/2007, de 24 de agosto, no solo establece las reglas del juego, sino que define qué, cómo y quién puede medir la energía eléctrica que consumimos o inyectamos a la red.

 

Aunque a menudo queda en un segundo plano, esta normativa es fundamental tanto para empresas como para consumidores que buscan tener bajo control su factura eléctrica, cumplir con los estándares técnicos y participar activamente en la transición energética. En este artículo analizamos a fondo qué dice el Real Decreto 1110/2007, qué tipos de equipos de medida contempla, cómo se relaciona con otras normativas del sector eléctrico, su impacto real y cómo una oficina técnica especializada puede ayudarte a interpretarlo y aplicarlo correctamente.

¿Qué regula el Real Decreto 1110/2007?

El Real Decreto 1110/2007 aprueba el Reglamento unificado de puntos de medida del sistema eléctrico en España. Este reglamento establece las condiciones que deben cumplir los equipos de medida de energía eléctrica en los puntos de generación, consumo y transporte, así como los procedimientos para su instalación, verificación y mantenimiento. También define el papel de los distintos agentes del sector (distribuidoras, comercializadoras, productores, consumidores y operadores del sistema).

 

Este decreto nace con el objetivo de garantizar la calidad y trazabilidad de los datos energéticos, facilitando así el correcto funcionamiento del mercado eléctrico. Es decir, se busca que todos los actores del sistema trabajen sobre información precisa, objetiva y verificada, lo que resulta indispensable para poder establecer precios, realizar balances energéticos, detectar pérdidas o fraudes, y fomentar un uso más eficiente de la energía.

 

Los principales aspectos que regula son:
  • La tipología de los puntos de medida en función de su potencia contratada o energía intercambiada.
  • Las características técnicas de los equipos de medida y su instalación.
  • La obligación de telegestión o telemedida según la categoría del punto de suministro.
  • Las responsabilidades de los titulares de los equipos, distribuidores, y otras entidades implicadas.
  • Los requisitos para la validación y envío de datos de medida a los agentes del sistema.
  • Las condiciones de acceso a la información de medida para los diferentes actores del mercado.
Uno de los pilares del Real Decreto 1110/2007 es garantizar que las mediciones de energía se realicen de forma fiable, segura y estandarizada, permitiendo así no solo una correcta facturación, sino también una toma de decisiones más informada por parte de empresas, consumidores, operadores y reguladores. Esta trazabilidad es imprescindible para procesos como la liquidación del mercado eléctrico, el cálculo de pérdidas técnicas, o la gestión de la demanda.

 

Además, la norma establece la necesidad de que los equipos de medida estén verificados y certificados conforme a los estándares del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), lo cual asegura que los dispositivos cumplen los requisitos de precisión, durabilidad y compatibilidad técnica con el resto del sistema.

Equipos de medida: tipos y clasificación

El reglamento clasifica los puntos de medida en cinco grandes grupos, desde el tipo 1 (mayor complejidad y potencia) hasta el tipo 5 (uso doméstico o pequeños consumos). Esta clasificación determina tanto el tipo de equipo a instalar como las obligaciones de comunicación, calibración y gestión de los datos registrados.

 

En función del tipo de instalación eléctrica, del nivel de tensión, del uso y de la potencia contratada, el Real Decreto establece qué tipo de punto de medida corresponde a cada instalación y, en consecuencia, qué características técnicas deben tener los contadores y sistemas asociados.

 

Los puntos de tipo 1 corresponden a instalaciones de muy alta tensión, como subestaciones de transporte, grandes plantas generadoras o interconexiones internacionales. Estos puntos están bajo supervisión directa del operador del sistema (REE) y requieren equipos de altísima precisión, con doble sistema redundante de medida y protocolos de comunicación específicos. En muchos casos, las mediciones se realizan en tiempo real y forman parte del sistema de gestión energética nacional.

 

Los puntos de tipo 2 y 3 se aplican principalmente a grandes consumidores industriales o generadores de media o alta tensión. A partir del tipo 3 ya se considera necesaria la incorporación de telemedida, es decir, la transmisión automática de los datos hacia el centro de control correspondiente, con el objetivo de facilitar el balance energético diario y la planificación operativa.

 

Estos equipos deben ser capaces de medir con precisión tanto el consumo como la generación, discriminando por periodos horarios y registrando curvas de carga que permiten un análisis detallado del perfil de uso energético. La información que proporcionan es de gran valor tanto para ajustar los contratos de suministro como para implementar medidas de eficiencia energética.

Puntos de suministro de tipo 4 y 5

Los puntos de tipo 4 corresponden a instalaciones de baja tensión con una potencia contratada superior a 15 kW. Es decir, hablamos de pequeñas y medianas empresas, oficinas, comercios, talleres o instalaciones de autoconsumo con excedentes. En estos casos, la normativa exige la instalación de equipos de medida con capacidad de telegestión o lectura remota, que permitan obtener las curvas de carga horarias, detectar anomalías y facturar según consumo real.

 

En la práctica, esto implica que los contadores deben contar con módulos de comunicación, ya sea por red eléctrica (PLC), GPRS, NB-IoT o incluso mediante conexión a Internet. Estos dispositivos deben estar integrados en plataformas de gestión habilitadas por las distribuidoras, que son las encargadas de recoger los datos y ponerlos a disposición de los comercializadores, operadores del sistema y usuarios.

 

Este tipo de medida facilita una monitorización avanzada del consumo, lo que permite tomar decisiones más eficientes: desde ajustar la potencia contratada hasta planificar procesos que consumen más energía en horarios con precios más bajos.

 

Por otro lado, los puntos de tipo 5 engloban a la mayoría de consumidores domésticos, con potencia contratada igual o inferior a 15 kW. Aunque su consumo es menor, estos puntos también deben disponer desde hace años de contadores digitales con funciones de telegestión. Estos dispositivos han sustituido progresivamente a los antiguos contadores analógicos, ofreciendo una serie de ventajas muy relevantes:
  • Lectura en tiempo real y sin necesidad de desplazamiento.
  • Posibilidad de aplicar tarifas horarias (PVPC).
  • Corte y reconexión remota del suministro.
  • Control y gestión de potencia contratada.
  • Detección de anomalías, manipulaciones o fraude.
Gracias a estos equipos inteligentes, los consumidores tienen hoy más capacidad de control sobre su consumo energético. Esto resulta clave no solo para reducir la factura, sino también para participar activamente en esquemas de autoconsumo o en futuras comunidades energéticas, donde la medición individual y precisa es fundamental para repartir costes y beneficios de forma justa.

Relación con otras normativas del sector eléctrico

El Real Decreto 1110/2007 no actúa de forma aislada, sino que se integra dentro de un entramado normativo complejo que regula el funcionamiento del sistema eléctrico español. Algunas de las normativas más relevantes con las que se relaciona son:
  • Real Decreto 244/2019: regula las condiciones administrativas, técnicas y económicas del autoconsumo eléctrico, y exige la correcta medición de la energía generada, consumida y vertida a la red.
  • Ley del Sector Eléctrico (Ley 24/2013): establece los principios generales del sistema eléctrico español, entre ellos la medición y liquidación de la energía.
  • Normativa de eficiencia energética: los equipos de medida son una herramienta esencial en auditorías energéticas, planes de ahorro y gestión energética avanzada.
  • Reglamento de Baja Tensión (REBT): determina las condiciones de instalación de los equipos eléctricos, incluidos los de medida.
  • Regulación de autoconsumo colectivo y comunidades energéticas: exigen una medición clara para repartir excedentes o imputar consumos de forma proporcional entre varios participantes.
El cumplimiento del Real Decreto 1110/2007 es condición indispensable para operar legalmente en muchos esquemas de autoconsumo, instalaciones fotovoltaicas, contratos PPA o acogerse a planes de subvención como el Plan MOVES, que exige mediciones fiables del consumo y generación de energía.

Impacto para consumidores y empresas

La entrada en vigor y la aplicación del Real Decreto 1110/2007 ha supuesto cambios relevantes para todos los actores del sistema eléctrico, desde los grandes generadores hasta los hogares particulares. Este impacto se nota en múltiples niveles:

Mayor transparencia en la facturación

Gracias a los equipos de medida digitales y al acceso remoto a los datos, los consumidores pueden monitorizar su consumo eléctrico en tiempo real y ajustar sus hábitos para ahorrar en la factura. Esto es especialmente útil en tarifas con discriminación horaria.

Impulso al autoconsumo

La regulación facilita la contabilización exacta de la energía generada y consumida en instalaciones fotovoltaicas, lo que permite calcular con precisión los excedentes y su compensación económica. Esto resulta clave para sacar el máximo partido a una instalación de autoconsumo.

Mejora en la gestión energética

Las empresas, especialmente aquellas con consumo elevado (tipo 3 y tipo 4), pueden utilizar los datos de medida para optimizar procesos, identificar ineficiencias y tomar decisiones más estratégicas. Esto se traduce en una reducción de costes operativos y en una mejora de la competitividad.

Obligaciones normativas

No cumplir con las obligaciones establecidas en el RD 1110/2007 puede acarrear sanciones económicas, cortes de suministro o imposibilidad de acceder a determinados programas de ayuda o incentivos. También puede generar conflictos con la distribuidora en caso de discrepancias de facturación.

Acceso a ayudas y subvenciones

Muchos planes de financiación de la transición energética, como el ya mencionado Plan MOVES IV, exigen que el consumo o la carga de vehículos eléctricos esté correctamente medido para justificar la inversión y cumplir con los objetivos de ahorro y sostenibilidad.

Cómo puede ayudarte una oficina técnica especializada

Frente a la complejidad de la normativa y la variedad de situaciones posibles, contar con el apoyo de una oficina técnica especializada en eficiencia energética y regulación eléctrica es una de las mejores decisiones que puede tomar una empresa o un consumidor avanzado.

 

Estas oficinas no solo se encargan de interpretar y aplicar correctamente el Real Decreto 1110/2007, sino que ofrecen una serie de servicios que pueden marcar la diferencia:

Auditoría y diseño de puntos de medida

Analizan tu instalación eléctrica para determinar qué tipo de equipo de medida necesitas, si cumples con la normativa vigente y cómo puedes optimizar tu infraestructura para aprovechar mejor los datos energéticos.

Legalización y tramitación

Se ocupan de todos los trámites con la distribuidora, el operador del sistema y las administraciones para legalizar los equipos de medida, validar datos y garantizar que se integran correctamente en los sistemas de gestión energética.

Supervisión y mantenimiento

Ofrecen un seguimiento técnico de los equipos instalados, aseguran su correcto funcionamiento y gestionan la calibración periódica o la sustitución en caso de averías o errores de lectura.

Integración en soluciones de eficiencia energética

Una oficina técnica puede ayudarte a diseñar sistemas de autoconsumo, controlar consumos de movilidad eléctrica, optimizar tarifas y aplicar estrategias de ahorro en base a los datos reales obtenidos a través de los equipos de medida.

 

En definitiva, no se trata solo de cumplir con la normativa, sino de aprovechar la tecnología disponible para mejorar tu eficiencia energética y reducir costes.

¿Estás preparado para sacar partido a tus equipos de medida?

El Real Decreto 1110/2007 ha transformado profundamente la forma en la que medimos y gestionamos la energía eléctrica en España. Gracias a esta normativa, el sistema eléctrico es más transparente, fiable y preparado para afrontar los retos de la transición energética. Desde los tipos de puntos de suministro hasta la relación con otras normativas clave, entender y aplicar correctamente este reglamento puede suponer un gran beneficio tanto para particulares como para empresas.

 

En efiQuality contamos con una oficina técnica especializada que te acompaña en todo el proceso: desde el análisis de tus necesidades hasta la instalación, legalización y gestión de equipos de medida. Además, te ayudamos a cumplir con la normativa vigente, optimizar tu consumo y acceder a ayudas como el Plan MOVES IV, siempre con soluciones personalizadas y orientadas al ahorro. ¿Te gustaría saber si tu sistema de medida cumple con la normativa y cómo puede ayudarte a reducir tu factura energética?
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