En los últimos años, la aerotermia se ha convertido en una de las soluciones estrella en climatización y producción de agua caliente sanitaria. Se presenta como una tecnología limpia, eficiente y económica, ideal para cualquier vivienda o negocio. Sin embargo, en medio de esta avalancha de promesas y campañas publicitarias, también han surgido muchas verdades a medias, exageraciones y directamente, mentiras que conviene desmontar.
La aerotermia es una tecnología útil, pero no es mágica. Requiere un análisis detallado para determinar su viabilidad en cada caso concreto. En este artículo vamos a aclarar su funcionamiento real, desmontar los mitos más frecuentes, analizar sus problemas comunes y valorar si realmente merece la pena instalarla. Todo ello, con datos, argumentos claros y una mirada crítica que te ayude a tomar decisiones bien fundamentadas.
¿Qué es la aerotermia y cómo funciona realmente?
La aerotermia es una tecnología basada en bombas de calor aire-agua que extraen energía del aire exterior para climatizar interiores y producir agua caliente sanitaria (ACS). Funciona aprovechando hasta un 75% de energía ambiental gratuita, utilizando electricidad para hacer circular un refrigerante que intercambia calor con el aire exterior, incluso en temperaturas bajas.
El ciclo básico se compone de:
- Evaporador: absorbe el calor del aire.
- Compresor: eleva la temperatura del gas.
- Condensador: transfiere el calor al circuito de agua.
- Válvula de expansión: reduce la presión del refrigerante para reiniciar el ciclo.
El sistema puede conectarse a suelo radiante, radiadores de baja temperatura o fancoils, y se adapta tanto a calefacción como a refrigeración. Además, permite el uso en combinación con sistemas fotovoltaicos, reduciendo aún más el consumo eléctrico proveniente de la red.
Las principales mentiras sobre la aerotermia
A pesar de las evidencias científicas y la creciente implantación de sistemas aerotérmicos, persisten ciertos mitos que generan confusión. Algunos son fruto del desconocimiento, pero otros se deben a una promoción comercial que omite matices importantes. Vamos a ver los más habituales.
¿La aerotermia no funciona con temperaturas bajo cero?
Falso. Uno de los mitos más extendidos es que la aerotermia no sirve en climas fríos. La realidad es que los equipos actuales están preparados para funcionar incluso con temperaturas exteriores de hasta -20 ºC. Eso sí, su rendimiento se reduce en esas condiciones extremas y puede ser necesario un apoyo eléctrico o un sistema híbrido.
Por tanto, aunque es cierto que en zonas con inviernos muy fríos su eficiencia baja, no significa que sea inservible. Solo se debe dimensionar correctamente el equipo y estudiar la posibilidad de un sistema de apoyo. La clave está en hacer un estudio previo y no dejarse llevar por generalizaciones.
¿Siempre es más eficiente que otros sistemas?
No necesariamente. La aerotermia puede alcanzar coeficientes de rendimiento (COP) superiores a 4, lo que significa que por cada kWh eléctrico consumido, genera hasta 4 kWh térmicos. Pero esto solo ocurre en condiciones óptimas: temperatura exterior suave, buen aislamiento del edificio y un sistema bien dimensionado.
En viviendas mal aisladas o con sistemas de radiadores tradicionales, la eficiencia puede ser inferior a la esperada. En esos casos, una caldera de condensación o incluso una biomasa bien instalada podrían ofrecer mejores resultados. La aerotermia es eficiente, pero no siempre es la mejor opción para todos.
¿Genera agua caliente al instante?
No. Otro mito muy extendido es que el agua caliente sanitaria (ACS) en sistemas de aerotermia es inmediata. En realidad, el sistema necesita cierto tiempo para calentar el depósito acumulador. No es como un calentador instantáneo de gas.
La producción de ACS se realiza mediante un acumulador que va recalentando el agua poco a poco, y dependiendo del tamaño del depósito, puede agotarse si hay un consumo elevado. Esto no significa que sea un mal sistema, pero sí que hay que gestionar el uso de forma más eficiente, especialmente en hogares con varias personas.

Problemas más comunes de la aerotermia
Como cualquier tecnología, la aerotermia tiene ventajas, pero también desafíos. Muchos usuarios no los conocen hasta después de la instalación. Aquí te contamos los principales.
Ruido, rendimiento y espacio necesario
El compresor exterior de la aerotermia puede generar un nivel de ruido similar al de un aire acondicionado. En viviendas unifamiliares no suele ser un problema, pero en edificios con espacios limitados o comunidades de vecinos, sí puede generar molestias si no se instala correctamente.
Además, el sistema necesita espacio tanto para la unidad exterior como para el depósito de ACS en el interior. Si tu vivienda es pequeña, puede suponer una limitación importante.
Consumo energético en invierno y verano
Aunque se dice que la aerotermia es “gratuita”, lo cierto es que consume electricidad. En invierno, con temperaturas bajas, el consumo puede dispararse si el equipo trabaja muchas horas al día o si necesita apoyo eléctrico. Y en verano, si se usa para refrigeración, también tiene un gasto asociado.
La eficiencia energética general depende del uso que se le dé y del comportamiento del usuario. Para que el ahorro sea real, debe combinarse con un buen aislamiento y hábitos responsables de consumo. En este sentido, las nuevas tendencias en eficiencia energética apuntan a soluciones integradas, donde la aerotermia se combina con fotovoltaica, domótica y aislamiento térmico avanzado.
¿Cuándo merece la pena instalar aerotermia?
Instalar aerotermia puede ser una decisión muy acertada, pero solo en determinadas condiciones. Este sistema da muy buenos resultados en:
- Viviendas unifamiliares de obra nueva con buen aislamiento.
- Rehabilitaciones energéticas que incluyan aislamiento y suelo radiante.
- Edificios con espacio suficiente para los equipos.
- Hogares que combinan la aerotermia con autoconsumo fotovoltaico.
También resulta muy recomendable en zonas climáticas templadas, donde la temperatura exterior rara vez baja de 0 ºC. En estas condiciones, la aerotermia puede ofrecer ahorros del 50-60% frente a sistemas tradicionales de gasóleo o resistencias eléctricas.
Sin embargo, en pisos antiguos, mal aislados o con poco espacio disponible, puede no ser la mejor opción. En esos casos, se recomienda hacer una auditoría energética para valorar alternativas.
Costes y vida útil del sistema
El coste inicial de una instalación de aerotermia es superior al de una caldera tradicional, pero también hay que tener en cuenta su durabilidad y ahorro energético a largo plazo.
¿Cuánto cuesta instalarla en una vivienda de 100 m²?
Para una vivienda de unos 100 m², el coste total (incluyendo equipo, instalación, acumulador y posibles obras menores) suele oscilar entre 8.000 y 14.000 euros, dependiendo de las marcas, el instalador y la ubicación geográfica. Si además se incluye suelo radiante o sistemas de climatización adicionales, la cifra puede aumentar.
Las ayudas públicas, como las subvenciones de los fondos Next Generation, pueden reducir significativamente este coste, aunque su gestión puede ser algo compleja.
¿Cuál es su vida útil y garantía habitual?
Un sistema de aerotermia bien instalado y mantenido puede durar entre 15 y 25 años. La mayoría de fabricantes ofrecen garantías de entre 2 y 5 años, aunque existen opciones para ampliarlas hasta 10 años en algunos casos.
El mantenimiento adecuado es clave para prolongar su vida útil y evitar problemas. Revisar el nivel de gas, limpiar filtros, comprobar presiones y realizar inspecciones periódicas es fundamental para mantener el rendimiento.

Mantenimiento y cuidados necesarios
Aunque la aerotermia no requiere combustibles ni genera residuos, sí necesita un mantenimiento periódico. Esto incluye:
- Revisión anual por técnico especializado.
- Limpieza de filtros de aire y componentes internos.
- Verificación del circuito hidráulico y del gas refrigerante.
- Comprobación del acumulador de ACS.
- Supervisión del aislamiento térmico en las tuberías.
Además, en instalaciones combinadas con energía solar, es recomendable revisar también el inversor, baterías y la integración con el sistema domótico, si lo hubiera. Contar con un servicio técnico profesional que garantice el seguimiento adecuado es fundamental para mantener la eficiencia energética y evitar averías costosas.
Más allá de la publicidad: ¿qué debemos exigir a una instalación de aerotermia?
En resumen, la aerotermia es una tecnología útil, pero no milagrosa. Como usuarios, debemos exigir estudios personalizados, instalaciones profesionales, equipos de calidad y un servicio postventa eficaz. No basta con dejarse seducir por promesas de ahorro espectaculares sin tener en cuenta el contexto real de uso.
Hoy en día, cada vez más hogares y empresas apuestan por sistemas de climatización sostenibles, pero deben hacerlo con criterio, conocimiento y acompañamiento técnico especializado. La clave está en la planificación energética a largo plazo y en aprovechar las tecnologías de forma complementaria: aerotermia, fotovoltaica, baterías, domótica y aislamiento.
¿Quieres una instalación eficiente y sin sorpresas?
La aerotermia puede ayudarte a reducir tu consumo energético y mejorar el confort de tu vivienda, siempre que se adapte bien a tus necesidades. Como hemos visto, no es la solución universal, pero en el contexto adecuado, ofrece un rendimiento excelente y sostenible.
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